En el marco del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, queremos reconocer la importancia
del liderazgo humanitario local para la acción humanitaria ya que las organizaciones locales y
nacionales están ubicadas no solo para participar en las respuestas, sino para liderarlas. Y es
que las organizaciones locales y nacionales pueden ser las primeras y mejores en responder a
las catástrofes, ya que pueden llegar rápidamente a las zonas afectadas; y, gracias a su
conocimiento de los idiomas, culturas, geografía y realidades políticas locales, pueden captar
con facilidad y precisión las necesidades de las comunidades y formular soluciones adaptadas a
cada contexto.
En esta línea se desarrolla el proyecto Acción Temprana Comunitaria en Centroamérica
(ATECA), que se está ejecutando desde el 2017, por parte de Oxfam y sus socias locales en 48
comunidades rurales vulnerables en el Corredor Seco de El Salvador (30 comunidades) y
Guatemala (18 comunidades). El objetivo de ATECA es apoyar a las comunidades locales para
la creación, fortalecimiento y consolidación de Comités Comunitarios de Emergencia (CCE) para
reducir los impactos de las amenazas, permitiendo una adecuada acción temprana,
incrementando la conectividad y asegurando una mayor gestión del conocimiento y aprendizaje
entre los actores humanitarios locales.
Para alcanzar este objetivo, Oxfam ha apoyado al empoderamiento de las mujeres y jóvenes
para reforzar su liderazgo y participación en los Comités Comunitarios de Emergencia; y, de este
modo asegurar la sostenibilidad de estas estructuras, mejorar la identificación y desarrollo de
medidas de mitigación de amenazas y vulnerabilidad, así como las actividades de preparación,
respuesta y recuperación ante posibles catástrofes.
Respecto al papel que juegan las mujeres en la gestión de riesgos y respuesta a emergencias,
es necesario destacar el contexto y la cultura patriarcal arraigada en las comunidades, donde los
hombres, en su mayoría, acaparan las relaciones, la toma de decisiones, los medios de vida y la
preeminencia en los hogares. El resultado es una desigualdad de género estructural en todos los
ámbitos. Unida a esta situación se ha sumado progresivamente el impacto de la migración de los
hombres, que ocasiona que las mujeres asuman la jefatura de los hogares en condiciones de
absoluta vulnerabilidad.
Gracias a la intervención del proyecto ATECA, el rol de las mujeres ha cambiado
significativamente, ya que han pasado de ser agentes pasivos a ser agentes activos, que forman
parte de las CCE’s, que toman decisiones dentro de estos grupos y que han implementado
iniciativas de medios de preservación de los medios de vida.
Como evidencia de este cambio, de acuerdo con la línea final levantada para la fase dos del
proyecto, elaborada en octubre de 2022, en El Salvador el porcentaje de mujeres miembros de
los 30 Comités Comunales de Emergencias era del 76% (la Ley de Protección Civil marca que
cada CEC debe constar de un numero de 25 personas). En Guatemala, el porcentaje fue menor,
(50%) considerando las 18 CCE’s cubiertas por el proyecto (sobre un mínimo de 9 integrantes
por cada CCE según la ley).
Para hacer posible esta evolución a espacios más equitativos, Oxfam junto con las socias,
emprendieron procesos de liderazgo transformativo para las mujeres. En los primeros tres años,
ese proceso se caracterizó por facilitar la presencia de las mujeres en jornadas de sensibilización,
formación, y capacitación. Alguna de las estrategias para fomentar la participación fueron la
creación de guarderías, en las que una mujer de la comunidad asumía el cuido de niños y niñas,
mientras que las madres asistían a las jornadas. Por otro lado, también se realizaron reuniones
y sesiones, con presencia de hombres, para sensibilizar en temas de equidad y justicia de
género.
Una vez fortalecidas las bases del empoderamiento de las mujeres, durante el periodo 2021 y
2023, Oxfam y sus socias desarrollaron cursos de liderazgo y empoderamiento, a través de
procesos denominados “Escuelas de Liderazgos de Mujeres”. Como resultado de estos
procesos se formaron 153 mujeres lideresas en las 48 comunidades del proyecto.
En el caso de El Salvador, las 64 mujeres participantes que completaron el proceso tuvieron la
oportunidad de replicar la formación en liderazgo y autocuidado en sus propias comunidades, a
través de 60 talleres en las 30 comunidades objetivo, llegando a 943 mujeres en total. Tras la
formación y las réplicas, Oxfam, mediante una encuesta, constató que el 90% de las mujeres
participantes se sentían reconocidas como personas con derechos y también incluidas en los
procesos de toma de decisiones de sus respectivas comunidades y municipios.
En Guatemala, 15 estudiantes del curso de liderazgo implementaron 12 micro proyectos (seis en
Baja Verapaz y seis en Chiquimula) para fortalecer la resiliencia comunitaria y/o la protección de
los medios de vida. Cada micro proyecto aprobado se financió con 500 dólares, mientras que los
participantes aportaron la mano de obra, y el municipio contribuyó con apoyo logístico. Todas las
propuestas aprobadas se centraron en la recogida de agua de lluvia para la creación de huertos
domésticos orgánicos y sostenibles destinados a mejorar la nutrición familiar. Un total de 90
hogares de comunidades del Departamento de Baja Verapaz y 82 hogares de Chiquimula fueron
beneficiados por estos micro proyectos.
Las mujeres participantes del proyecto ATECA han expresado, durante procesos de evaluación,
que se sienten mucho más empoderadas, y con un mayor respeto por parte de los hombres de
las comunidades hacia ellas. Han mejorado sus capacidades de expresión, son reconocidas, por
los hombres, por su capacidad de trabajo, y han mejorado en su autocuidado.Actualmente, las
mujeres de las 48 comunidades de ATECA cuentan con las condiciones necesarias para ser
reconocidas como agentes de cambio, capaces de liderar procesos de gestión de riesgos y de
respuesta a emergencias.
Oxfam, en coordinación con sus socias locales - ASEDECHI y Corazón del Maíz en Guatemala,
y Cordes y Fundación Campo en El Salvador, continúan adaptando el enfoque de equidad de
género y protección, para promover el liderazgo de las mujeres y jóvenes en la reducción del
riesgo de catástrofes dentro de sus comunidades, y así continuar mejorando en cuestiones
como:
- Fortalecimiento de la preparación de las comunidades y el liderazgo humanitario local enáreas vulnerables;
- Integración e implementación de soluciones para mitigar el impacto de los desastres en los medios de vida de las comunidades y hogares rurales más vulnerables ante los crecientes riesgos causados por el cambio climático;
- Mejora del ecosistema humanitario en El Salvador y Guatemala y lograr una mayor conectividad con las preocupaciones de las autoridades nacionales y locales, las ONG internacionales, los donantes y otros actores y ;
- Consolidar el modelo de construcción de comunidades preparadas para desastres
Desde Oxfam le apostamos a un liderazgo local y nacional eficaz y responsable en primera línea de las emergencias donde mujeres y jóvenes sean parte fundamental de la asistencia humanitaria dentro de sus comunidades.